Los cometas, sin entrar en detalles netamente científicos, son cuerpos celestes compuestos de agua, hielo seco, amoniaco, metano, hierro, sodio y silicatos. Los mismos provienen de los confines del sistema solar, la nube Oort y el Cinturón de Kuiper, ambos ubicados más allá del último planeta: Neptuno.
La fascinación por estas "bolas de nieve sucias" nació hace varios siglos debido a la espectacularidad de sus cola o cabellera. Hace ya varios años se descubrió que contienen una pequeña cantidad de "agua pesada", o sea, la mismísima agua de los océanos terrestres, y como si fuera poco, los choques que se produjeron en los inicios de la formación de los planetas trajeron a la Tierra la composición biológica necesario para la creación de la vida. Esto se debe a que los cometas poseen moléculas ricas en carbono.
El intercambio de materiales entre los astros es algo frecuente, y mucho más en el origen del sistema solar, donde la colisiones son hechos inevitables y necesarios para la formación de los planetas y, en el caso de la Tierra en particular, de la vida. Ahora bien, estos mismos cometas también colisionaron con otros planetas y lunas pero en ningún otro lugar del universo se detectó, hasta ahora, vida, ya sea inteligente o unicelular, esto se debe a que solo la Tierra posee la condiciones necesarias para la formación de vida, su distancia al sol, su masa, la atmósfera, la gravedad, etc. son todos elementos fundamentales para que las moléculas puedan desarrollarse y formar organismos unicelulares. Por eso, no sería descabellado pensar que cada uno de nosotros está compuesto por materiales provenientes del espacio, más precisamente de los cometas.
ISON, el próximo cometa que podrá verse a simple vista.
El 21 de Septiembre del 2012, en Rusia, se detectó un cometa que se hallaba un poco más lejos de la órbita de Júpiter, a unos mil millones de kilómetros del Sol. Los científicos calcularon que a fin de noviembre del 2013 el cometa se aproximará a nuestra estrella y, debido al estímulo de la radiación solar, sus materiales se liberarán formando las famosas colas. El próximo 28 de Noviembre alcanzará el perihelio, la distancia más cercana al Sol, y luego comenzará a alejarse para perderse en el frío y oscuro sistema solar. De este modo, entre esa fecha y los primeros días de Diciembre se podrá observarlo a simple vista, minutos después del atardecer.
Referencias: