Google+ Desde El Cosmos: mayo 2012

La Biblia y Los Extraterrestres


La Biblia es un conjunto de libros escritos originalmente en hebreo y arameo entre el año 900 a.C hasta el 100 d.C. Está dividida en dos grandes partes: el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. El primero corresponde a la Biblia judía, y habla del origen del Hombre, el pecado y su salvación. En definitiva cuenta la historia de los hebreos y su relación con Dios. El Nuevo Testamento narra el nacimiento, muerte y resurrección de Jesús. 
La presencia de seres caídos de los cielos, estrellas que se mueven, angeles con forma humana y nubes misteriosas puede encontrarse a lo largo de todos los textos, sin importar si se trata de los cánones hebreos o cristianos. Claro que los mismos pueden ser interpretados de infinitas maneras, por eso es necesario saber que, al leerlos, uno está volcando sobre los mismos su propia creencia y la época a la cual uno pertenece.
Genesis 6:4: "Los nefilim existían en la tierra por aquel entonces (y también después) cuando los hijos de Dios se unían a las hijas de los hombres y ellas les daban hijos..." Los nefilim son los gigantes en hebreo. Estos son ajenos a la raza humana, el texto los diferencia con claridad. El judaísmo habrá de culpar a estos supuestos angeles por las perversidades que originará en el hombre debido a que este suceso es previo al Diluvio. En cambio, otra interpretación se centrará en la mezcla, necesaria, de razas con el fin de acelerar la evolución humana, una mezcla establecida entre seres de las estrellas y los hombres. 
Quizá las visiones del profeta Ezequiel sea uno de los momentos más controversiales de la Biblia dentro del estudio extraterrestre. Algo fuera de lo común vio en los cielos. Ezequiel 1:4: "Yo miré: vi un viento huracanado que venía del norte, una gran nube con fuego fulgurante y resplandores en torno, y en el medio como el fulgor del electro, en medio del fuego". Aquello que ve podría interpretarse como un platillo volador, para el mundo moderno, o el carro de los angeles para los fines bíblicos. "Había en el centro como una forma de cuatro seres cuyo aspecto era el siguiente: tenían forma humana". Se trata de seres caídos del cielo, angeles o querubines. El mensaje que le transmiten es de culpa, de castigo por los pecados cometidos.
Exodo 3:18: "Moises entró dentro de la nube y subió al monte. Y permaneció Moises en el monte cuarenta días y cuarenta noches." Otra vez la nube, pero ahora para cubrir el monte Sinaí y entrar en contacto con Yahveh. Allí en las alturas Dios le dicta los 10 mandamientos que luego él le transmitirá al pueblo judio.
Ya en el Nuevo Testamento la estrella de Belén guía a los reyes magos al lugar del nacimiento de Jesús: Evangelio de San Mateo 2:4: "Entonces Herodes, rey de Judea, reunió a todos los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo para preguntarles en qué lugar debía nacer el Mesías. En Belén de Judea le respondieron (...) La estrella que habían visto en el este iba delante de ellos, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño." Se han hecho numerosos estudios sobre dicha estrella, si se trataba de algún planeta o cuerpo celeste en particular. Sin embargo todavía sigue siendo un misterio para los historiadores, aunque muchos de ellos creen que, para brindarle detalles fantásticos al nacimiento del hijo de Dios, se trata tan sólo de una alegoría.
En la Biblia abundan los casos donde se ve involucrado el hombre y seres que bajan de los cielos, seres que acompañan a personajes importantes y le brindan mensajes extraordinarios.

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